9 modelos de negocio que sí funcionan

Actualidad febrero 22, 2016

Modelo de suscripción

Se utiliza en un gran número de negocios, desde un gimnasio o un periódico hasta una plataforma SaaS, donde el cliente paga por el acceso a un producto o servicio con una periodicidad fijada y acordada de antemano. Propuestas hay para todos los gustos y colores.
Cualquier modelo de suscripción se basa en encontrar un patrónde compra que sea repetitivo y periódico”, aclara Megías, para quien la belleza de este proceso está en conseguir establecer “una especie de cinta transportadora, que se convierte en gratis al poco tiempo de instalarla entre tu almacén y la casa del cliente. La belleza está en que puedes hacer up selling (técnica para venderle un producto o servicio más avanzado y sofisticado) y cross selling (venta cruzada) y decirle al cliente que por sólo X euros más le puedes enviar otros productos. Y ahí tienes un componente de cebo y anzuelo. Es un modelo con el que tienes enganchados a los clientes durante mucho tiempo”. Por ejemplo, la empresa turca Unnadó, que hace ventas flash de ropa y complementos para bebés y embarazadas, cuando recibe un pedido de una de sus clientas, en lugar de enviar un correo electrónico de confirmación, llaman por teléfono a la clienta para agradecerle su compra, para que sienta que hay alguien físico detrás del negocio, y para intentar venderles más productos.
Megías cita dos empresas que saben aprovechar las ventajas del modelo de suscripción. Una es Birchbox, “que cogen una caja muy cuidada y se la envían, principalmente, a chicas con muestras de cosmética y perfumes. Las clientes pagan una pequeña cantidad mensual para recibir esas muestras. Y en esa misma línea, también MyKerbox . “La belleza de MyKerbox no se basa sólo en que envían cajas con compresas sino que, además, muestras por las que los laboratorios farmacéuticos pagan para que se incluyan en esas cajas. Y se establecen procesos paralelos en los que la plataforma pregunta a sus clientas sobre qué les han parecido las muestras que han recibido. Con esa información que les sirve la plataforma, las propietarias de esas muestras obtienen feedback”.
¿Y en un restaurante clásico?
¿Se puede aplicar este modelo de generación de ingresos a un negocio tradicional? La respuesta es sí, porque ya se ha venido utilizando este y otros modelos a los negocios offline. Por ejemplo, Riera recuerda el caso de un emprendedor con el que estuvo trabajando su modelo e incidiendo mucho en la propuesta de valor y los clientes. “A partir de aquí, fuimos afinando aspectos: ¿cómo entregar el producto y/o servicio al cliente? o ¿qué relaciones construiré con él a largo plazo? Este emprendedor quería abrir un restaurante y, en lugar de trabajar sobre un modelo clásico de hago comida, la sirvo y me pagan por consumirla, innovó”.
Riera subraya que analizaron qué necesidades tienen ahora los clientes “y el emprendedor propuso hacer dentro del restaurante un club de maridaje de vinos, con catas, alquiler de espacio en su bodega para guardar los vinos de los clientes,  eventos en los que el vino es el elemento central, etc.”. Todo eso utilizando un modelo de suscripción al club y así “se pueden rentabilizar temporadas bajas de la semana con menos afluencia para reservar espacio de tu local a los miembros del club y generar una base de datos para fidelizar”.
Para Riera, el hecho de mezclar diferentes estrategias puede llegar a cambiar por completo el modelo. “De hecho, hay empresas que empiezan de una forma y acaban haciendo otra cosa”, añade.
Incluso dentro del propio modelo de suscripción se puede innovar. Por ejemplo, como explica Penichet, “Yocomobien es una plataforma en la que se suscriben sus clientes para recibir en casa todos los lunes –o lunes alternos– una cesta con la comida de la semana (cinco platos principales) elaborada por dietistas. Se definen como un modelo de suscripción abierta, porque en cualquier momento el cliente puede pausar la suscripción, porque una semana no va a estar en casa, por ejemplo”.
Como esto va de mezclar modelos para hacer más rentable el negocio, la suscripción se suele utilizar en los modelos freemium –en los que profundizaremos más adelante–. Por ejemplo, Notefliht. Es una plataforma de edición musical con dos tipos de clientes: usuarios que acceden a su tecnología de forma gratuita (con limitaciones a determinadas herramientas) y clientes de pago (músicos, productores, profesores, estudiantes, escuelas de música, estudios de grabación, etc.), que a través de una suscripción mensual o anual pueden aprovechar todas las ventajas de su software de edición musical.

Fuente: Emprendedores.com
 

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