La inteligencia artificial generativa (GenAI) llegó con promesas enormes: revolucionar el trabajo, automatizar procesos y cambiar la forma en que creamos y comunicamos. Desde 2022, las empresas comenzaron a experimentar con estas herramientas. Algunas lo hicieron por necesidad, otras por no quedarse atrás. En 2025, ya no hablamos solo de potencial. Hablamos de resultados. Y lo cierto es que la mayoría de los proyectos de IA generativa no están cumpliendo lo que prometieron.
Stanford, en su AI Index Report 2025, informa que la inversión privada en IA en Estados Unidos alcanzó los 109.100 millones de dólares en 2024. Esa misma fuente señala que el uso empresarial de IA aumentó notablemente: un 78 % de las organizaciones declararon usar IA en 2024, frente al 55 % del año anterior.
Un estudio del MIT, The GenAI Divide: State of AI in Business 2025, analizó más de 300 proyectos empresariales de IA generativa. El resultado fue claro:
- El 95 % de los proyectos no genera un impacto financiero medible.
- Solo un 5 % logra escalar y aportar valor real.
Esto no significa que la tecnología no funcione, sino que muchos proyectos fallan por cómo se implementan.
Las causas más comunes de estos fracasos incluyen:
- Falta de integración con el trabajo diario: muchas herramientas no encajan en los procesos reales de las empresas.
- Expectativas poco realistas: se espera demasiado, demasiado pronto.
- Herramientas genéricas: soluciones que no resuelven necesidades específicas.
- Débil liderazgo interno: sin respaldo claro, los proyectos se diluyen.
- Resistencia al cambio: los equipos no adoptan la tecnología si no la entienden ni la valoran.
Casos de éxito
Algunas plataformas han conseguido destacar:
ChatGPT (2022)
- Multimodal, con plugins e integración con Microsoft Copilot.
- Se ha consolidado gracias a su escalabilidad, comunidad activa y respaldo corporativo.
Claude (2023, Anthropic)
- Foco en la seguridad y la ética, con alta adopción en sectores regulados.
- Se valora por su alineación responsable con el uso empresarial.
TuringDream (2024)
- Especializada en creatividad: diseño, música y narrativa.
- Su éxito radica en enfocarse en un nicho claro y en integrarse con herramientas creativas.
Casos de dificultad
Algunas plataformas han enfrentado retrocesos importantes:
- Jasper AI ha sufrido una disminución en su base de usuarios y recortes en su equipo, según informes del sector.
- Sobre Replika y CopyMonkey, no hay evidencia sólida de cierre, aunque sí enfrentaron problemas de percepción y uso que afectaron su crecimiento.
Grok: entre innovación y polémica
La IA desarrollada por xAI, la empresa de Elon Musk, se ha posicionado como una alternativa disruptiva. Grok ha avanzado rápidamente y ya va por su cuarta versión, entrenada en uno de los superordenadores más potentes conocidos, Colossus.
Sin embargo, no todo ha sido éxito:
- Su acceso completo está vinculado a los planes de suscripción más altos de X (antes Twitter).
- Ha generado debate por su tono provocador y falta de filtros.
- Algunos expertos advierten sobre el impacto que puede tener en públicos jóvenes o vulnerables.
- También ha sido mencionada en conflictos legales, aunque sin detalles completamente públicos.
Lo que viene: ¿más plataformas o más consolidación?
A pesar del ruido, todo indica que la IA generativa seguirá creciendo:
- ABI Research estima que el mercado de software GenAI crecerá un 29 % anual hasta 2030, superando los 220 mil millones de dólares.
- IDC proyecta que los ingresos por plataformas de IA llegarán a 153 mil millones en 2028.
- Deloitte prevé que para 2027, el 50 % de las empresas que usan GenAI desplegará agentes de IA autónomos en sus procesos diarios.
Las que sí funcionan comparten algunas claves:
- Se enfocan en resolver problemas concretos, no en deslumbrar.
- Usan soluciones especializadas, no generalistas.
- Involucran a los equipos desde el inicio y miden resultados.
- Cuentan con apoyo real desde la dirección y una estrategia clara de escalado.
La inteligencia artificial generativa sigue siendo una tecnología innovadora, con desarrollos constantes y mucho por ofrecer. Pero en 2025, ya no basta con ser nueva o prometer grandes cosas: ahora se valora por su capacidad real de integrarse al trabajo, resolver problemas concretos y mantenerse útil en el tiempo. En este mercado, el éxito no depende del impacto mediático, sino de la utilidad sostenida.