Claves para tu jubilación siendo Freelance

Actualidad noviembre 14, 2019

Una de las grandes preocupaciones del freelance cuando cumple determinada edad es saber cómo se va a preparar para su jubilación, puesto que su flujo de ingresos de dinero puede variar de mes a mes.

Desde Befree somos conscientes de esa inquietud, por eso hemos hablado con nuestros freelances para saber cuáles son sus planes. Ellos lo tienen muy claro, es imprescindible hacer una buena planificación y tener muy bien definido el destino de nuestro dinero para saber cuánto podremos ahorrar para nuestra jubilación.

A continuación, veremos las claves para tu jubilación siendo un trabajador freelance.

Prestación por jubilación

Si eres freelance y te jubilas en este año 2019 podrás hacerlo si tienes 65 años y 8 meses. También ha aumentado, en tres meses, el periodo de cotización que se tendrá en cuenta este año para calcular la base de lo que será tu futura pensión por jubilación. Para hacer los cálculos se tendrán en cuenta los últimos 264 meses (22 años) de vida laboral.

Además, para poder ser beneficiario de la pensión de jubilación en toda su extensión, tendrás que haber cotizado durante un periodo mínimo de 36 años y 9 meses.

Condiciones todas ellas que seguirán aumentando de manera paulatina hasta llegar al año 2027 cuando podrás jubilarte solo cuando hayas cumplido los 67 años.

En esa fecha, además, se tendrán en cuenta los últimos 25 años de tu cotización para calcular la base de la prestación que te corresponda.

  • Prestación contributiva

Como trabajador freelance tienes derecho a cobrar la prestación por jubilación, pero es imprescindible que conozcas los requisitos mínimos de debes cumplir si quieres acceder a esta prestación. Por un lado, estar dado de alta o en situación asimilada al alta en el Régimen correspondiente de la Seguridad Social, y estar al corriente en el pago de las cuotas de las que sean responsables directos los trabajadores.

A su vez, para calcularla tienes que tener en cuenta las cotizaciones que hayas ido realizando, es decir, debes realizar un cálculo entre los años trabajados, la renta que se haya obtenido durante los mismos y la base de cotización elegida.

  • Prestación no contributiva

En caso de no cumplir con los requisitos expuestos para ser beneficiario de la jubilación contributiva, podrás ser beneficiario de jubilación no contributiva al llegar la edad legalmente establecida para poder jubilarte.

La mínima desde el pasado mes de agosto de 2018 queda fijada en 5.488,00€ anuales, o 392€/mes en 14 pagas, que podrá verse modificada atendiendo a tus rentas personales y/o las de tu unidad económica de convivencia (los que habitéis bajo el mismo techo).

  • ¿Tienes derecho a la jubilación anticipada?

Si, pero se establece la jubilación anticipada voluntaria a partir de los 63 años (en 2013 y de forma progresiva hasta los 65 años en 2027) y con al menos 35 años cotizados (artículo 5.1b.a) de la ley de 2011 sobre Seguridad Social.

  • ¿Puedo compatibilizar mi actividad profesional con el cobro de la prestación?

Sí, puedes continuar con tu negocio y cobrar el 100% de la pensión si tienes a un trabajador a tu cargo. Si no dispones de plantilla, puedes llegar a cobrar el 50% de lo que te corresponde mensualmente.

Plan de pensiones

Una de las mejores formas de complementar la jubilación es acogerse a un plan de pensión individual.

Aunque las ventajas fiscales de los planes de pensiones han ido empeorando con el paso de los años, sigue siendo una opción interesante dado que, además de desgravar las aportaciones anuales en cada declaración de la renta, puedes rescatar el total desde el momento de la jubilación.

En función de tu edad y perfil, puedes elegir entre diferentes tipos de planes de pensiones, pero cuanto antes contrates el plan, mejor rentabilidad a largo plazo conseguirás.

En cuanto a los aspectos principales a tener en cuenta a la hora de decantarse por un plan otro, destacan las comisiones y la rentabilidad, que va a depender en parte del tipo de plan que elijas (renta fija o variable).

En cuanto a la contratación del plan puede llevarse a cabo a través de una aseguradora, una entidad bancaria o una agencia de valores.

Fondos de inversión

Los fondos de inversión son un complemento ideal a los planes de pensiones para acoger ese importe que no se puede aportar a éstos últimos por los límites establecidos en el reglamento.

Son productos con total liquidez, con lo que el ahorro se encuentra disponible en cualquier momento sin la necesidad de acreditar una contingencia concreta. Tributan en el IRPF como ganancia patrimonial por la diferencia entre el precio de enajenación y el de adquisición. Si el importe no se rescata y se traspasa a otro fondo, no habrá impacto fiscal alguno.

Plan PIAS

Otra alternativa, y a la que cada vez recurren más freelance, es contratar un plan PIAS (Plan Individual de Ahorro Sistematizado).

El Plan PIAS es un seguro de vida ahorro, en el cual los asegurados realizan aportaciones únicas o periódicas con el fin de constituir una renta vitalicia asegurada para su jubilación. Su función es básicamente asegurarte una renta vitalicia cuando llegues a tu jubilación, aunque no tienes que esperar a dejar de trabajar para rescatar ese dinero. En los planes PIAS puedes hacer un rescate parcial o total en el momento que necesites, su única condición es que tienes que esperar un año desde su contrato.

Otro dato interesante de estos planes de ahorro es la cantidad de dinero que puedes aportar. Por norma, el importe es de 8.000 € anuales como máximo hasta un límite de 240.000 €. Las aportaciones las puedes suspender en cualquier momento y reanudarlas cuando consideres oportuno. Además, también podrás realizar aportaciones extraordinarias, aunque se encuentre suspendido.

Un segundo dato a tener en cuenta son las ventajas fiscales. Las aportaciones al plan PIAS están exentas de tributar a Hacienda cuando hayan pasado mínimo cinco años desde la primera aportación.

Planes de Previsión Asegurados

Los Planes de Previsión Asegurados son medidas de ahorro a largo plazo con unas características y un régimen muy similar al de los planes de pensiones. La principal diferencia es que los planes de pensiones están instrumentalizados en fondos de pensiones, mientras que los planes de previsión asegurados se integran en una póliza de seguros.

Los PPA tienen que tener una rentabilidad garantizada mediante técnicas actuariales. Es otra diferencia con los planes de pensiones, los cuales pueden tenerla (caso de los planes garantizados) o no.

Inversión inmobiliaria

Comprar un piso y alquilarlo es otra fórmula para complementar tu jubilación. Lo que ocurre es que, a diferencia de los planes de pensiones, necesitarás mucho dinero de partida para hacerlo o tendrás que hipotecarte.

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