Ya habéis visto en el vídeo que a pesar de tener cierto retardo, en concreto 0,2 segundos, el doble que Kinect, el resultado es bastante manejable y tiene una mayor resolución que el invento de Microsoft por lo que es más útil para usos más precisos.
Displair no proyecta imágenes tridimensionales, sólo planas, pero no es necesario una pantalla ya que él mismo crea la suya propia a través de la formación de una cortina de niebla sobre la que proyecta la imagen.
Luego usando un sistema de luz y cámara infrarroja que detecta cada vez que se “toca o atraviesa” la cortina con una resolución tan pequeña como un centímetro, ofrece a posibilidad de interactuar con todos los dedos y las manos.
La empresa promete pantallas de entre 40 y 140 pulgadas que podrían costar entre 4.000 y 30.000 dólares. No es muy barato, no, pero es realmente curioso. Además otras compañías como Fog Screen junto con Screenrental esperan sacar un sistema similar en breve por lo que puede que en un futuro próximo estemos rodeados de ellas.