- Tus creencias y pensamientos determinan cómo te sientes respecto a cada situación, porque ellas te dicen qué significa cada emoción.
- Tus emociones y actitud determinan qué tan bien o mal te desempeñarás en cada situación.
- Tu desempeño está directamente conectado con tus resultados. Aunque podría haber otros factores involucrados, sólo tienes control sobre tu desempeño.
- Finalmente, tu desempeño refuerza tus creencias, ya sea negativa o positivamente.
Expectativas v/s Realidad
Imagina a un vendedor que debe hacer frías llamadas para construir un conducto de ventas. Este vendedor tiene una creencia profunda de que “si, temprano en la mañana, me rechazan 10 veces seguidas, será un pésimo día y no venderé nada”.
Al momento de acercase al umbral de esos “10 rechazos”, comienza a adoptar una actitud aprensiva, preguntándose si esas 10 negativas “probarán” que tendrá un mal día.
Comienza a sentir miedo y se pone a la defensiva, lo que inmediatamente se siente en su voz. Empieza a pensar en su “mal día”, en vez de escuchar al cliente. Su aprensión garantiza virtualmente que obtendrá los 10 rechazos, lo que hará que su estado de ánimo ya bajo, caiga en picada más tarde.
Ahora, el vendedor está absolutamente seguro de que tendrá un mal día. Su desesperación lo hace ser menos efectivo. Después de unas horas, para de llamar a los prospectos, ya habiendo “probado” su creencia. Luego, al día siguiente, comienza nuevamente el mismo proceso, preocupado de esas importantes “10 negativas”.
En otras palabras, sus creencias y pensamientos negativos están creando un futuro de fracasos.
Aferrarse a los Malos Pensamientos
Se sorprenderían de la cantidad de gente que se cuelga de pensamientos que crean fracaso, sin darse cuenta que estos son tan irreales como la superstición de los 10 rechazos.
“Los lunes son todos deprimentes”, “los ricos se vuelven más ricos y los pobres se vuelven más pobres”, la vida apesta y luego mueres”. Y así sucesivamente.
Entonces, ¿por qué si es tan fácil crear pensamientos malos, no creamos buenos? Si la lógica funciona, al pensar negativamente somos capaces de crear un futuro de fracaso, por lo que, al pensar positivamente podemos crear éxitos.
Pensar positivo es esencial. Así como un pensamiento malo puede ponerte en un ciclo descendiente en el que el fracaso será lo más fácil, uno positivo puede ponerte en un ciclo ascendente, en el que el éxito será lo más fácil de alcanzar.
Teniendo eso en mente, aquí tienes 10 pensamientos que consistentemente crean emociones positivas, un mejor desempeño y resultados mucho mejores:
- Siempre actúo con un propósito.
- Me hago responsable de mis actos.
- Me propongo ir más allá de mis límites, día a día.
- No espero la perfección; en vez, actúo ahora.
- Aprendo más de mis fracasos que de mis éxitos.
- Me tomo en serio mi trabajo, pero no me tomo tan en serio a mí mismo.
- Uso el rechazo para renovar mi humildad y afilar mi objetividad.
- Uso el feedback, tanto positivo como negativo, para mantener mi objetivo.
- Soy cuidadoso en lo que pongo mi mente y cuerpo.
- Busco a personas que estén motivadas a mejorarse a sí mismas.
Pareciera más fácil rendirse y andar de malas, ¿cierto? El punto es que, andar de buenas y seguir adelante, requiere la misma energía que desperdicias pensando negativamente.
¿Qué esperas para cambiar el switch? Proponte el éxito y lo alcanzarás.
